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En esta época del año se celebran numerosos eventos culturales y de ocio alternativo. Cada año son más los festivales de música que proliferan en todo el país, pero en muchos casos imponen normas que no son legales. Con el objetivo de que se pueda disfrutar de estas actividades sin incidentes y el ciudadano conozca los derechos y las medidas de protección que le asisten, así como reconocer los abusos, la Oficina Municipal del Consumidor (OMIC) de La Orotava lanza una campaña informativa con las advertencias y consejos.
Los participantes tienen derecho a introducir comidas y bebidas del exterior, dado que la actividad principal de estos eventos no es la hostelería, sino la celebración de espectáculos musicales. Este ejercicio abusivo del derecho de admisión va en contra de la legislación sobre espectáculos públicos. Si ocurre esta situación, el ciudadano puede poner una hoja de reclamación, y conservar los tickets de los alimentos que adquieran en el interior, para luego exigir su reembolso.
Los promotores de los festivales deben ofrecer alternativas a la venta de bebidas en envases de un solo uso y garantizar el acceso a agua potable no envasada. Y si se cobra un depósito por vasos reutilizables, deben además establecer mecanismos para su devolución una vez se retorne el recipiente.
En caso de que uno de los grupos o artistas cancele su participación en el festival, los consumidores tienen el derecho a solicitar la devolución del importe de las entradas y a una indemnización por los gastos económicos como transporte y alojamiento que se deriven. Aunque si se sigue interesado en acudir al evento, también puedes plantear a la empresa el reembolso de una parte del precio. Mientras que, si se cancela todo el festival por no haber obtenido los permisos de la administración competente o por cualquier otro motivo, tanto si la cancelación es definitiva como si el organizador anuncia nuevas fechas para la celebración, los consumidores tienen derecho a recuperar el importe de las entradas y reclamar daños y perjuicios. Si el evento se traslada a otro recinto y no se puede asistir, también se tiene derecho a la devolución del dinero de la entrada.
El plazo que otorgue la promotora para solicitar la devolución del importe tiene que ajustarse a lo que establezca la normativa autonómica, y si no existe esta normativa específica en la comunidad, se aplica el que plantea el Código Civil para los incumplimientos contractuales y los daños derivados de ellos: cinco años.
También es cada vez más habitual que en los festivales se deniegue el pago en efectivo y que en los recintos se impongan las compras exclusivamente mediante una pulsera cashless que previamente hay que adquirir y cargar con dinero. Esta práctica no es legal. Y si ilegal es imponer el pago con pulseras cashless, también lo es cobrar una comisión por recuperar el dinero que te sobre en las mismas, exigir un mínimo en el saldo de la tarjeta o establecer un plazo escaso para solicitar la devolución.
La promotora no puede cobrar un extra por permitirte salir y volver a entrar al recinto. Sólo en caso de que existan razones de seguridad podrá limitar el entrar de nuevo, siempre y cuando sea de forma homogénea para todos los asistentes y no dependa del abono de un concepto añadido al precio de la entrada.
Desde la OMIC de La Orotava se aconseja conocer todos los derechos como consumidor y ponerlos en práctica en caso de apreciar acciones abusivas, ya sea asistiendo a estos festivales o ante cualquier circunstancia.